1987. Un día que no olvidé

20 de junio de 1987. Juramos defender la bandera celeste y blanca con nuestra propia vida. Gritar mas fuerte que el que estaba a nuestro lado, poniendo el alma en ese grito. Un "¡Sí, juro!" salió de nuestras gargantas, en un grito intenso. Fue un dia histórico para cada uno de los colimbas. En ese momento nos convertimos en SOLDADOS. Y bueno, estábamos bajo bandera, nos guste o no nos guste.

Pero primero teníamos que demostrar que aprendimos algo de marcialidad, algo de regimen militar, el símbolo militar supremo: el orden cerrado.
La instrucción de orden cerrado consiste en la instrucción militar destinada a enseñar al recluta cómo moverse y desplazarse formando una unidad cohesionada en situaciones de no combate, las distintas formaciones que puede usar dicha unidad para desplazarse y cómo pasar de una a otra. Repasemos algunas de las prácticas para desfiles, que creo es el momento de la colimba con más "voces de mando" que recordamos.

Atención...fir..méeee !!

Acá nos cuadramos rápidamente, hacemos sonar los tacos de los borcegos entre si y pegamos la palma de las manos al cuerpo. Había algunos que me daba risa como se paraban firmes. al c68 Bentancor estiraba la pera para adelante pecho afuera y la cabeza para atrás, hacía un semicírculo con su espalda, otros se encorvaban hacia adelante y eran sujetos a corrección con un cuerpo a tierra, hasta entender de que se trata esto de pararse firmes.

Saludo uno !!
El respeto hacia el superior con el saludo. Habíaa que levantar enérgicamente la mano derecha hasta tocarel borde de abajo del casquete, con el dedo conchero si es posible. Aca el Cabo Gallo se comió una semana de calabozo por saludar con la mano izquierda, en formación.
Y así, varios mas... De frente.... mar... (habia que hacer volar los adoquines con el taco en el primer paso..); vista al fren...téee, A la izquier...dáaa..., media vue....táaa..., A la derecha alinear....seéee.

Y asi, al compás del redoble del tambor, fuimos aprendiendo a desfilar, a reirnos de nuestros propios errores, a disfrutar de esos momentos. Unos días previos, se designó el lugar para la jura de la bandera. San Carlos.

Nuestros familiares fueron a vernos. Fue un día histórico. Fue el día que quedamos como hombres comprometidos "voluntariamente", aunque estuviéramos reclutados obligatoriamente, aunque fuésemos unos "niños". Quedamos en defender a nuestra patria, por encima de todo rencor. Cada cual puede interpretar este día a su manera.

Este día me trae nostalgias, igual que con este tema de Victor Heredia, que comparto.

Hoy se canta el himno en un partido de futbol, con la mano en el corazón, con la cara pintada con los colores de tu bandera. Los tiempos han cambiado, pero creo que la sensación es la misma, la de jurar dejar todo por algo, junto al que tenes al lado. Y como digo el General Belgrano: "Mucho me falta para ser un verdadero padre de la patria, me contentaría con ser un buen hijo de ella".

Edgardo Palauro
Para los 25 años de los blandengues